martes, 23 de junio de 2009

Histeria de la buena

Hay que tener fe, le decía yo a mi miga, que me contaba como no se había levantado a un amigo de una amiga alguna noche entre otras como esta.

"Estaba buenísimo!", más bueno que comer el pollo con las manos, que la siesta... buen, estaba bueno. "Lo tenía ahí sentado" y sí era cerca, casi le rozaba la pierna cada vez que ponía un cambio. "Cuando se bajó me invitó a tomar unos tragos" ok, vamos bien, "¿le dijiste que si?" contesté yo ilusionada: "NO"

¿Alguien me puede explicar este comportamiento de la fémina humana? Es algo que hacemos casi automáticamente, cuando un pibe, ese que está que se reparte, sí, entre más de una, porque para una sola sobra... cuando el pobre agarra y decide hacer una tímida invitación, la infeliz sin pensarlo, pone la cara más patética del mundo, una sonrisa medio vencida con el ceño fruncido, ya poniéndose triste, porque escucha que sus propios labios están dicendo: "No, no puedo, estoy con parciales" Desde cuando te importa aprobar contabilidad? Desde cuando tenés idea de cuándo son tus parciales? Vos te das cuenta de lo que tenés en frente?

Lo más lindo es que estos reproches vienen mientras el pibe insiste un poco más, como buen caballero... buen caballero dije, ¡la puta que lo parió! Y ella, que ya tomó la decisición ahora tiene que seguir sosteniendo, sigue diciendo que va a estudiar; pensando por supuesto que va a llamar a una amiga y que se va a romper la cabeza contra la pared mientras le pide que le repita lo boluda que es!

¿Por qué hacemos esto? Por una cuenstión de supervivencia de la especie, somos histéricas, queremos que el macho reme, reme y reme. Nunca decimos que sí a la primera invitación y esto lo tenemos grabado a fuego en nuestra conciencia de mujeres siglo XXI.

El problema es que después viene la parte de las investigaciones patéticas, en que tratas de descubrir a dónde sale, su e mail, lo buscas en facebook, por el nombre, porque no te sabés ni el apellido... Hacés las cosas más denigrantes para lograr saber si habló con una amiga y le habló de vos, si piensa invitarte a salir de nuevo, etc.

Y después que perdiste totalmente tu orgullo, te lo encontrás denuevo, en el cumpleaños de su amiga en común y lo mirás a ver si se acuerda de quién sos, a ver si se repite el milagro... cuando ves que cae otra, y se le tira encima descaradamente sin códigos, sin un mínimo de respeto por tu trabajo fino de dama.

Y... que le vas a hacer, tal vez es una amiga, pensás...

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